4. LA LEYENDA DE LA BRUJA EN EL ROBLE BORRACHO

Cuarta etapa:  Un  recorrido  circular de 31km con salida y meta en al refugio de montaña “Valle del Sol”.

Durante la inquisición Española en el siglo 15 bajo el stricto liderazgo del despiadado Inquisidor Tomas de Torquemada todos los disidentes y cualquiera que no siguiera los estrictos mandamientos de la Fe Católica  fueron perseguidos, torturados y ejecutados públicamente. Los monjes Dominicanos a cuya orden Tomas de Torquemada pertenecía fueron encomendados la cacería de herejes y se les conocía como los perros de Dios del latín Domini Canis “Dominicanus”. La leyenda dice que un grupo de monjes Dominicanos del monasterio de Santo Domingo de Silos habían sido encargados la búsqueda de una infame bruja que estaba asistiendo a herejes en la Sierra de la Demanda de Burgos, les habían dicho que esta banda de herejes celebraban orgias y borracheras debajo de un enorme Roble en un remoto lugar de la Sierra. Los Monjes estuvieron semanas buscando el sitio indicado hasta que una noche en medio de una terrible tormenta finalmente se encontraron con el singular Roble Albar. Cansados, fríos y empapados se sentaron debajo del árbol para esperar que pasara la tormenta y entonces justo antes del alba la lluvia ceso pero el viento empezó a soplar con fuerza a sus alrededor, el aullido del viento cada vez sonaba mas y mas a una manada de lobos y los torbellinos levantaban el polvo en formas fantasmagóricas. Los monjes empezaron a escuchar gruñidos desde todas las direcciones, veían  ojos brillantes entre las sombras del bosque. “Los Perros de Dios” estaban aterrorizados mirándose los unos a los otros sin saber que hacer. En un momento dado justo al amanecer el miedo y la angustia les supero y perdiendo su fe, se levantaron al unísono y corrieron por sus vidas hacia el pueblo mas cercano. Cuando finalmente regresaron al monasterio se mantuvieron en silencio durante semanas y nunca le informaron al Abad del incidente, su secreto vergonzoso les traumatizo durante años.

El enorme Roble milenario se convirtió en un referente para viajeros que pasaban a través de estas montañas desde la Rioja al Valle del Duero. Se convirtió en una parada frecuentada por peregrinos, pastores, cazadores y leñadores que paraban en sus viajes para compartir provisiones y vino mientras descansaban y contaban las historias de sus aventuras. Se decía que una señora muy vieja vivía cerca de ahí y que venia todos los días para cocinar su famoso estofado de montaña que les ayudaba a recuperarse y les animaba para continuar en su camino.

 


 

La etapa 4 es una ruta circular con salida y meta en el refugio del “Valle del Sol”.

La etapa empieza con una subida muy pronunciada por la cara norte del Mencilla para luego tirar en dirección Sureste por la cresta durante varios kilómetros hasta empezar la bajada por la cara sur de la sierra atravesando unos bosques increíbles de hayas, robles y pinos hasta llegar al milenario Roble Borracho. La etapa entonces transcurre por las faldas sur de la Sierra hasta el remoto pueblo de IglesiaPinta antes de empezar a subir hasta prácticamente la cumbre del Mencilla de nuevo para finalmente descender por un bonito sendero cruzando un bosque de robles enanos hasta llegar a la meta.

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